viernes, 25 de marzo de 2011

Deshago en mis ojos


















Hoy, deshago en mis ojos 
el dolor de los recuerdos.
Qué importan nuestros enojos
si han muerto todos los cuerdos,
aquéllos incomprendidos,
los sedientos de caricias,
los malditos, los dormidos
que no tuvieron codicias.


Hoy, murió un infeliz,
un hombre, un soñador,
murió un cielo sin matiz,
muere la fe y su clamor.
¡Y qué importan mis poemas
si no hallaran su lectora!
Hoy, mueren mis teoremas;
los ha quemado la aurora.

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